jueves, 10 de julio de 2008

Fue en el AYER:

Fue en el ayer...
Donde tus ojos de esmeraldas eran misteriosas galaxias.
Pero hoy, disueltas en las infinidades de tu cuerpo, al cual no reconozco por ser de piedra y barro.
Fue en el ayer...
Donde me diste todas las esperanzas y todas de golpe las convertí en raíces y tumbas en el corazón...ese dulce recuerdo de tu perfección y dulzura.
Ahora, te veo como un cristal roto, lleno de luminosidades y de ocasos pálidos como tardíos.
Fue en el ayer...
Donde eras dos brazos protectores, dos piernas que guiaban, dos ojos que conducían, una cadera que adornaba tu belleza, unos pechos que extendían mis sueños y una selva mojada en el que comía todos los días, absorbiendo tu mejor néctar. Así eras hecha toda de oro...de matices magnéticas de fuerte atracción y sublimación: ahora eres un espacio que no lleva fondo, ni puede contemplarse de cerca.
Fue en el ayer...
Donde me enamoré de una chiquitilla inquieta por amar, como por aprender...claro, las suntuosidades del sexo y del amor.
Di luz a tus ojos, a tu boca le soplé un sueño y le saqué un lamento. Además de ofrecerte vino y las brisas con mi amor...todo te di de mí, hasta mis uñas y mis orejas, mis mejores poemas te escribí...te di una de mis mayores lágrimas felices: eso fue en el AYER.

Vaya que creciste rápido y todo lo aprendiste bien. Ahora me das la espalda diciendo que ya no aprenderás nada conmigo y que te irás con aquel chaval que te miraba con enormes deseos y yo, tonto, nunca celé sus miradas ni te dije nada para no ofenderte. Te vas con él, porque me has desgranado como un elote y mi fuego ya no es tan voraz y ardiente como lo era antes...solo quizás.
Te fuiste en el ayer a tus dieciocho, yo a mis veintiuno me dejas sin ojos pues perversos fueron contigo a las madrigueras de tu nuevo amorío.
Ah, qué tonto fui...te entregué mis mejores memorias, mis confesiones más secretas, te di los besos más amorosos de mi alma, el calor más ferviente de mi cuerpo... pero eso fue en el AYER.
HOY te vi abrazada a tu nuevo novio, a ese que es menor que tú, al que ahora le compones un concierto entero de alabanzas y amores.
PERO RECUERDA AMOR MÍO, le enseñarás a él lo que aprendiste a través de mí y una vez que aprenda... te dejará como lo hiciste conmigo: se buscará a una mujer más joven y bella a la cual pueda darle las enseñanzas que una vez yo te di sólo a ti.

Copyrights.2004

Damian Chumian.

1 comentario:

Maurice Delborda de la Tierrosa dijo...

El amor, el amor... esa cadena interminable de eslabones que algunas personas los convierten en grilletes para coartar la libertad y otros se convierten en senderos por los cuales recibimos el mas puro sentimiento, un conducto nada mas que busca unirnos con los demas.
Felicidades Chuku por tu pagina, buen escrito.
att. Nitram