viernes, 19 de septiembre de 2008

Lo que las palabras curan; La oportunidad del ser.

Con derecho a todo;

Perdemos un primer amor, obtenemos la última firma de la demanda de divorcio, el doctor a pesar de haber pronosticado varios días para que fallezcas, por alguna extraña razón dejas de estar enfermo y vuelves a renacer. Tienes en tus manos, en tus dedos, en tus ojos, en tu boca, en tu mente y en tu alma, una segunda vida, una segunda oportunidad. Es tiempo de escucharte, y prestar atención. Ve y relájate a un lugar tranquilo, ve y sube a la montaña más alta del mundo y aunque mueras congelado y solo, tuviste el más grande momento de vivir en completa libertad y amor contigo mismo. Únete a tu propia causa de felicidad y no en la que los demás han creado sobre ti y tus expectativas de vida. Amándote tal eres, sabrás quien eres y que es lo que mas necesitas de ti, y cuidaras mas de aquellos que te rodean, y sabrás que hacer de las opiniones que se crean alrededor de ti, y pudiesen afectar. Tienes derecho a todo, en este nuevo día, la hora exacta esta creada para tu única y exclusiva felicidad. Se dueño de tus pensamientos, crea emociones nuevas y avanza.
Todo mundo tiene el derecho de cambiar, a su tiempo, y al que no debe o debería, se concederá la exclusividad de ser libre en su demanda de cambio. Al hacerlo hay que amar nuestras propias responsabilidades y amaremos lo que obtengamos de ellas. Empezaremos en la reflexión de ser consientes de que somos únicos y especiales y nadie tiene derecho de hacer que creas lo contrario. Saluda a la gente que jamás saluda a nadie, sonríe a la gente que amanece de mal humor y bendícelos y ámalos tal cual son sin desearles que cambien. Pues tu, al igual a ellos son diferentes. Tenemos distintas formas de manifestarnos, así pues, no buscaremos en las otras personas lo que queramos en nosotros mismos, si no darle valor a cada cual, y cada uno de sus emociones negativas y positivas que carguen.

Gozar del aliento divino que hay dentro, y que sale en cada poro, en cada cabello, en cada célula, en cada brotar de lagrima y en cada palabra de nuestra boca y se vuelve eterna. Tenemos derecho a siempre portar una sonrisa, a siempre decir gracias, a siempre felicitar a quien es mejor que nosotros, a quien nos ganó un partido de una copa importante. Tenemos derecho a callar, y a guardar secretos, a ser prudentes para no llegar a lastimar a nadie, ni ser lastimados. Obtendremos fortaleza cada vez que podamos caer y seguir, aunque sea poco a poco, tenemos derecho a seguir en pie ante una derrota. Sabremos que el amor es inenarrable, moldeable a cada una de nuestras necesidades, que el amor es Dios, así pues, vendrá con cada puesta de sol que podamos recibir con gozo y alegría, y que a su vez podamos bendecir siempre. Tenemos derecho a mudarnos de ropa cada vez que la alegría crezca y el trabajo sea mejor y nuestras gratificaciones sean aun más grandes, tenemos ese derecho de pedir cambios y vivir en mejores condiciones cada vez que podamos sentir que ya es hora de un cambio para nuestro propio beneficio interior. Tenemos derecho a amar libremente sin prejuicios, sin criticas, amar a un homosexual o a una lesbiana como si fuera un hermano u hermana y no un espanto, amar libre y sin deseo.
Tenemos un derecho esencial, amar a Dios a nuestra manera única y especial. Tienes derecho a escribir algo mejor que esto, y a decir palabras mejores para ti mismo cada día que sientas que estas reavivando mas la fuerza y la luz que existe en ti. Tienes derecho a sentarte en una banca, en un desierto donde no haya ruidos y estar allí no físicamente, ni silenciosamente, ni emocionalmente. Estar de frente con Dios mismo sin decir palabras porque no son necesarias. Amar así tu silencio infinito.



Derechos Reservados.

Damian Chukuruquai. Fragmento tomado del original.2008

2 comentarios:

LULÚ dijo...

GENIAL... con frecuencia ni nos damos oportunidades ni dejamos que los demas aprovechen las suyas propias...tenemos derecho a portar siempre a Dios y a vivir felices por ello... psicologicamente hablando es vital para el hombre una oportunidad desde el interior...

LULÚ dijo...

GRACIAS DAMIAN POR DARME LA OPORTUNIDAD DE AMARTE...JEJEJE. TE AMO